martes, 10 de marzo de 2015

Leído: El coleccionista de niños de Stuart MacBride

Stuart MacBride, El coleccionista de niños. Rubí: Ambar, 2010. 527 p.

De novela ambientada en Escocia, me he intentado leer en un par de ocasiones libros de Ian Rankin pero no hay manera, me parecen demasiados tristes, ya de por si la novela policiaca es triste, la muerte de alguien no deja de ser en el fondo una tragedia, y si a eso le pones una climatología adversa, con mucha lluvia, mucha nieve y un fondo urbano deprimido por la crisis económica, pues tienes una novela triste, triste.

Pero el título de la novela me atrajo y decidí darle una oportunidad a esta novela. La novela ambientada en una ciudad de Escocia llamada Aberdeen, la “Ciudad de Granito”, trata sobre la búsqueda del asesino de niños de entre 3 y 5 años de edad.

Hasta ahora el gran tabú de las novelas policiacas era la muerte de niños y los abusos sexuales que les hacían, y ahora llevo un par de novelas, que ya se saltan a la torera este tabú, y aunque lo hacen de una manera no demasiado escabrosa, aún así te conmueve la muerte de esos niños/niñas y el estado de desesperación en que quedan las familias.

Otra cosa que me ha sorprendido es el abuso constante de alcohol por parte de la policía de Aberdeen y lo idiotizados que están por el futbol.

La trama está bien elaborada con un par de subtramas que se resuelven bastante bien al final, y deja abierta la puerta para más casos del detective Logan McRae.

Una novela de misterio adictiva y que se lee en un plis plas.

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El agente Logan McRae acaba de volver al trabajo después un año de baja y las cosas no podrían irle peor: acaban de encontrar el cadáver de un niño de cuatro años, estrangulado y mutilado en el fondo de una zanja. Hay un asesino suelto en Aberdeen, la «Ciudad de Granito» y los periódicos locales claman venganza. Además, Logan tiene que lidiar con su nuevo jefe, el inspector Insch, así como con la bella y glacial Isobel MacAlister, su ex novia, que también resulta ser la forense. Llegan nuevos casos de niños desaparecidos que morirán si no descubren al asesino. Con todo este berenjenal, Stuart MacBride consigue urdir una historia con elegancia y destreza, sin malgastar ni una sola palabra.Un thriller descarnado, impactante e imposible de dejar, de la mano de un autor con un ojo maravillosamente perspicaz y un sentido de humor negro tan típicamente escocés.

1 comentario:

  1. ¡Hola!
    No lo conocía pero no pinta mal. Me tira para atrás que mueran niños pequeños pero desde luego parece una buena novela.
    Un beso!

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