sábado, 26 de octubre de 2013

Leído: Los años de peregrinación del chico sin color de Haruki Murakami


72/100 de Desafio 2013

Tenía unas ganas enormes de leermelo, y en cuanto pude a por el. Me ha gustado mucho, quizás de los que más. A ver su último libro 19Q4, me gusto, pero este al no tener tantos elementos fantásticos, y hablar del tema de la amistad de adolescencia, me ha parecido mejor. Cómo siempre leer a Murakami implica un paz tremenda, aunque este hablando del metro japonés, con la lectura de su obra, me siento tranquila y relajada, es su prosa que me transmite paz y una visión del mundo muy diferente a la habitual.

Cuando Tsukuru Tazaki era adolescente, se sentaba durante horas en las estaciones para ver pasar los trenes. Ahora, con treinta y seis años, es un ingeniero que diseña y construye estaciones de ferrocarril y que lleva una vida tranquila, tal vez demasiado solitaria. Cuando conoce a Sara, una mujer por la que se siente atraído, empieza a plantearse cuestiones que creía definitivamente zanjadas. Entre otras, un traumático episodio de su juventud: cuando iba a la universidad, el que fue su grupo de amigos desde la adolescencia cortó bruscamente, sin dar explicaciones, toda relación con él, y la experiencia fue tan dolorosa que Tsukuru incluso acarició la idea del suicidio. Ahora, dieciséis años después, quizá logre averiguar qué sucedió exactamente. Ecos del pasado y del presente, pianistas capaces de predecir la muerte y de ver el color de las personas, manos de seis dedos, sueños perturbadores, muchachas frágiles y muertes que suscitan interrogantes componen el paisaje, pautado por las notas de Los años de peregrinación de Liszt, por el que Tsukuru viajará en busca de sentimientos largo tiempo ocultos. Decididamente, le ha llegado la hora de subirse a un tren

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